Ya basta del misionero, hay que intentar innovar un poco, ¿no? Seguro que ya estás más que harto de hacer siempre lo mismo en la cama y envidias las peliculas porno. En ellas, las personas parecen hacerlo de pie sin ningún esfuerzo, (ya sabes, aquí te pillo aquí te mato, frente a unas taquillas, la puerta de un baño o un escritorio). Tú te preguntas cómo es posible que aguanten y tranquilo que no eres el único, pero no te preocupes, puedes pillarle el tranquillo.
Según explica la sexóloga Madeline Castellanos en ‘Prevention’: «Se trata simplemente de no rendirse y coger práctica. El sexo de pie provoca una sensación de aventura y emoción que aumenta la dopamina, que como ya sabemos es la hormona relacionada con el amor, por lo que genera sentimientos intensos de excitación«. Además, como estás cara a cara con tu pareja, aumenta la intimidad entre los dos. «Es una posición que comienza de la manera menos imprevista, quizá con una sesión de besos que acaba en el siguiente nivel«. Ya sea en la cocina, en la ducha o en un parque, es la mejor postura para una sesión de sexo pasional y arriesgada, pero, ¿cómo triunfar con ella?
Unos truquillos
Para que no se dé la humillante situación de que os caigáis al suelo mientras lo estáis practicando, debéis seguir unos simples trucos. El sexo de pie es ideal para los más atrevidos, pero no es tan intuitivo como otras posturas más tradicionales (véase el perrito o el misionero). La estabilidad es fundamental, y si no tenemos una cama cerca, ¿cómo conseguirlo? Fácil: la clave está en dónde te apoyas.
Deben colocarse cara a cara, que ella separe las piernas para que él pueda meter su miembro. Una pared o una ducha estrecha se convertirán en vuestras mejores amigas, la mujer puede colocar los pies contra la pared o bien puedes usar un pomo de una puerta, una barandilla o un mueble para sentir esa estabilidad tan necesaria. Mirarse a la cara siempre permitirá más besos y una mejor conexión emocional.
El problema de colocarse en una pared es que hay más posibilidades de que el pene resbale, pero la sexóloga tiene algún truco: «Ella puede inclinar la pelvis hacia él para obtener un ángulo perfecto, o arquear la espalda si se siente mejor. Así llegará pronto al orgasmo porque permite el contacto directo con el punto G, la velocidad la elegís vosotros».
Una superficie
Pero quizá pasáis de arriesgaros tanto y prefieres ir a algo más seguro. Es natural, no te preocupes. Elegir entonces una encimera (por ejemplo) donde ella se pueda sentar y él se mantenga de pie puede ser una gran idea. «Sigue siendo divertido» indica ella, «pero infinitamente más fácil y además se puede hacer en prácticamente cualquier habitación. Como no se hace en la cama tiene la esencia del sexo prohibido pero es mucho más sencilla porque la persona sentada solo debe colocar sus piernas alrededor del compañero que está de pie».
Siempre puedes pasar a otros menesteres más calientes, puesto que también es útil usar las manos o la boca. «No se trata exclusivamente de penetración, puedes tener unas relaciones completamente satisfactorias con el sexo oral. Si lo intentas hacer de pie pero no habéis tenido suerte para llegar al orgasmo, ofreceros sexo oral por turnos» indica. «Es fácil, mientras uno continúa de pie el otro puede agacharse y hacerle gozar. El que se encuentra arriba tiene que colocar la mano sobre la cabeza de su compañero para guiarle«.