Lejos de tener un componente sexual, los orgasmos cerebrales son una forma de relajarnos y encontrar la calma con actividades cotidianas que nos ayudan a sentirnos mejor.
Los orgasmos cerebrales (braingasms) son un tipo de sensación placentera que los expertos no acaban de poder definir o explicar, pero que, sin embargo, afecta a una de cada mil personas.
Hay quien encuentra sumo placer al escuchar cómo alguien desenvuelve un papel, cómo cepilla una tela o cómo manipula determinados objetos.
El sonido, el rumor, la calma de esos movimientos precisos y parsimoniosos crea un estado placentero tan curioso como relajante caracterizado por un súbito hormigueo “cerebral”.
Si te interesa el tema puedes encontrar multitud de portales en internet orientados no solo a explicarte este fenómeno, sino a aportarte sonidos con los cuales experimentar lo que se conoce como ASMR (“autonomous sensory meridian response” o “respuesta sensorial meridiana autónoma”).
Hoy en nuestro espacio te hablamos sobre este tema tan curioso.
Los orgasmos cerebrales: placer sin componente sexual
Quienes experimentan estas placenteras sensaciones dejan claro que no tiene nada que ver con la sexualidad. Es como sentir un masaje muy agradable en el cuero cabelludo, como una agradable descarga eléctrica que aporta al organismo un torrente de endorfinas
Para quienes nunca hayan sentido algo así, puede sonar a ciencia-ficción, pero el fenómeno de los ASMR dispone ya de tantos estudios y de espacios dedicados a “complacer” a los buscadores de “orgasmos cerebrales” que el tema ha adquirido en los últimos años un peso notable.
Veámoslo con detalle.
El ASMR o “Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma”
Escuchar una voz que habla de forma serena, en tono cálido y envolvente puede generar un ASMR. Escuchar el sonido de un cepillo, manipular pequeñas botellas de plástico, abrir envases, tocar telas, plásticos…
Todo ello genera un tipo de estímulos que a una parte de la población le resulta muy gratificante. Según un estudio publicado en la revista Psychiatry and Neurology esta sensación tendría mucho que ver con la sinestesia.
La sinestesia es la mezcla de diversas sensaciones ante un mismo estímulo perceptivo. Hay personas que tienen la curiosa capacidad de sentir un olor determinado al ver un color, o de ver una tonalidad cuando tocan un tipo de textura.
El cerebro de un sinestésico suele presentar una gran cantidad de conexiones sinápticas asociadas a los sentidos, algo que suelen tener también todos los bebés de 4 meses, hasta que, poco a poco, sus estructuras sensoriales maduran y se especializan.
Además de la sinestesia, otra de las teorías enfatiza la cualidad de algunas personas para poder entrar en determinados estados de calma gracias a los ASMR o a esos estímulos perceptivos que el cerebro tiende a “intensificar”.
Algo que sin duda, es de gran utilidad.
Aquí tienes un pequeño ejemplo de un ASMR. Cabe decir, eso sí, que es muy posible que al verlo –y escucharlo– no sientas nada. Tal y como hemos señalado al inicio, solo 1 de cada 1000 personas se caracterizan por tener este tipo de respuesta sensorial.
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Los cuatro componentes de los AMSR u orgasmos cerebrales
Ahora que ya sabemos que los ASMR son un tipo de experiencia “multisensorial”, te asombrará saber también que hay distintas formas de alcanzar esta sensación placentera. Serían las siguientes:
Los susurros: Una voz que nos habla en un tono muy bajo, que lee despacio y en calma, que nos explica algo de forma pausada y serena genera, en algunos cerebros, un grato placer.
La atención personal: Ver cómo alguien se cepilla el cabello, cómo realiza un tipo de actividad como guardar algo, abrir un regalo, escribir o manipular pequeños objetos también resulta relajante.
Los sonidos crujientes: un papel de celofán, el plástico, una bebida efervescente, o el explotar las típicas burbujitas de ese material que se utiliza en paquetería para envolver son, sin duda, sonidos placenteros para muchas personas.
Los movimientos lentos, como, por ejemplo, los de un mimo que realiza cualquier actividad de forma muy pausada, pueden desencadenar un ASMR en el cerebro.
Utilidades de los ASMR u orgasmos cerebrales
Los ASMR tienen una utilidad muy clara: relajar. Mucha gente los busca en los portales de internet justo antes de ir a dormir para rebajar las tensiones del día y el estrés.
Incidimos una vez más en que no hay ningún componente sexual: es como si unas manos invisibles realizaran un masaje relajante en nuestro cerebro durante unos minutos, aportándonos calma y bienestar.
Según el estudio citado con anterioridad, los ASMR encajan muy bien en la clásica teoría del flujo del psicólogo Mihály Csíkszentmihályi, el cual nos explica que determinadas actividades nos ayudan a estar más presentes y conectados a la realidad para encontrar calma y bienestar.
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Este tipo de sensaciones placenteras las experimentan hombres y mujeres por igual.
Es muy posible que, tras leer este artículo, hayas descubierto que ese escalofrío tan agradable que sueles sentir al escuchar determinados sonidos tiene nombre y que, efectivamente, no eres el único en notar estas curiosas reacciones.