La fantástica explicación la encontré en un artículo publicado por Elite Daily y autoría de Dan Scotti.
Sólo de un 3 a 5% de los mamíferos son monógamos.
No, el matrimonio no es un concepto mal entendido, pero lo cierto es que los humanos NO somos criaturas monogámicas por naturaleza.
Daniel Engber recalcó la diferencia entre el típico matrimonio y nuestros instintos de apareamiento.
El sexo es un hábito de apareamiento.
Las mujeres perdemos interés con el tiempo
De acuerdo con Jennifer Abbasi en Live Science, el decremento de deseo sexual viene cuando pasamos del amor pasional al amor compasivo, propio de una relación estable y de tiempo.
Sarah Murray, sexóloga investigadora, asegura que “cuando una persona ha tenido relaciones sexuales con su pareja por muchos años, se necesita creatividad y apertura para mantener la frescura y emociones”.
Esa es la razón por la que, sobre todo las mujeres, se sienten aburridas de dormir con la misma persona.
La monogamia mata el deseo sexual masculino
De acuerdo con Christopher Ryan de Psychology Today, el decrecimiento de la libido en un hombre es resultado de permanecer en una relación monogámica durante mucho tiempo.
La monogamia es más difícil para las mujeres
Al menos esto lo dice Melissa Dahl para NYMag. La mayoría de las mujeres comprometidas en una relación, experimentarán signos de aburrimiento.
Además, las mejores llegan a su mejor momento sexual durante los 30 y 40 años, mientras que los hombres lo logran en sus veintes.
Así, las mujeres y sus parejas hombres NO experimentan el mismo deseo sexual en el mismo tiempo.
Fuente: Informe 21