Tener sexo en el ascensor con tu pareja, en el baño de una discoteca o en el auto son algunos de los escenarios más comunes dentro del imaginario sexual, mientras más riesgoso o «prohibido» el lugar, más alta es la adrenalina.
Sin embargo, el sexo en lugares públicos -conocido con el nombre científico de agorafilia- no siempre responde a un estimulo exhibicionista. Por ejemplo, cuando se es joven y el dinero es un problema es muy común recurrir a los parques y rincones oscuros para disfrutar de un momento de pasión.
1. ¿Cuándo es una travesura y cuándo un delito?
Si te atrapan los pacos haciéndolo dentro de un vehículo estacionado en una calle cualquiera en la noche, y siempre que sean dos adultos debidamente identificados, puede ser considerado como una travesura, por lo que les pedirán que se retiren a otro lugar. Pero, si el hecho ocurre por ejemplo en un parque a plena luz del día o en una piscina pública, donde estén niños nadando, es considerado un delito y muy serio que podría llevarte una temporada en la cana.
2. No es buena idea si…
Hace algún tiempo se volvió viral, el vídeo de una pareja muy caliente teniendo sexo en un cajero automático. Los jóvenes estaban arriba de la pelota, y fueron grabados por los transeúntes más copuchentos que vecino de la esquina. El vídeo (los vídeos) aún circulan con y sin censura por la red.
Tampoco es buena idea si eres funcionario público, famoso u ocupas algún cargo importante. Ser atrapado practicando dogging (como también se le conoce a la practica de sexo en público) puede dañar tu imagen y dejarte sin peguita.
3. Una respuesta para todo
En una regla básica tener preparada una respuesta en caso de ser pillado in fraganti. Independientemente de quien y en que lugar te atrapan, si vas a utilizar la frase «No es lo que parece», tendrás que que explicar que es lo que parece. Por ejemplo, si en el auto te practican sexo oral y se acerca alguien, podrías decir que en realidad esta buscando un arete caído. Asimismo, si ambos están de pie, puedes decir que se han quedado enganchados por la ropa mientras se abrazaban.
4. No es una enfermedad
No se tratada una enfermedad o un trastorno psicológico. Es más una practica eventual para satisfacer una curiosidad, como una forma de exploración de la sexualidad. Puede llegar a ser un problema si practicar sexo en lugares públicos se vuelve el único medio para conseguir placer sexual. En esos casos, un poco de ayuda psicológica se agradece.