enero 19, 2025
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Ene

Siete hábitos de lectura que indican un alto nivel de inteligencia | Dr. Franco Lotito C.

Las personas talentosas, más a menudo de lo que uno quisiera, pueden sentirse algo extrañas y fuera de lugar en un mundo lleno de trivialidades y opiniones superficiales, donde no siempre se valora la reflexión, así como el pensamiento crítico y profundo.

Asimismo, en una sociedad donde el ruido disonante es lo que prima, el hecho de que una persona prefiera la tranquila y quieta compañía de un buen libro, se hace un tanto difícil encontrar otras personas que sientan y piensen de manera afín. Es más: es altamente probable que esa persona que gusta y disfruta de la lectura sea catalogada de “ratón de biblioteca” por su inclinación y gusto por la lectura. Si así fuera, hay que tomarlo como un elogio, debido a que los individuos que son grandes lectores tienden a ser personas muy talentosas y a tener un alto nivel de inteligencia, muy por sobre aquellos sujetos que se burlan de alguien tildándolo de ratón de biblioteca.

De acuerdo con la conferencista y escritora Ava Sinclair, los siguientes son algunos de los hábitos de lectura que indican un alto nivel de inteligencia:

  1. Son lectores voraces: estas personas encuentran satisfacción y alegría en la compañía de los libros, ya que para ellas sumergirse en un mundo nuevo o aprender sobre un nuevo concepto por intermedio de la lectura, les brinda una enorme satisfacción, lo que a su vez, les permite ampliar sus conocimientos y la comprensión del mundo que las rodea, lo cual, es un rasgo común en individuos que son brillantes.
  2. Son personas capaces de leer “entre líneas”: esta capacidad de leer entre líneas indica la presencia de un intelecto superior, ya que nunca toman las cosas de manera superficial o al pie de la letra, sino que buscan profundizar acerca de lo que el autor del libro intenta transmitir. Lo anterior implica que estas personas analizan el subtexto, el simbolismo y los significados ocultos que no son tan obvios ni tampoco son captados por los demás.
  3. Son individuos que toman notas mientras avanzan en la lectura: si usted es una de estas personas, entonces ello podría indicar que usted tiene una mente muy aguda. Estas personas anotan citas o frases que les parecen interesantes, escriben palabras nuevas o pensamientos que les vienen a la mente –por un proceso de asociación– mientras leen. No se trata, exclusivamente, de recordar el material que se ha leído, sino que se involucran de manera activa con dicho material, por cuanto, este tipo de participación activa les ayuda a comprender y recordar mejor el contenido de la lectura, al mismo tiempo que les permite establecer conexiones o vínculos con otras ideas y/o con conceptos que haya leído antes. En rigor, esta forma de proceder es indicativo de las habilidades propias de este tipo de personas, de su capacidad de pensamiento crítico y de su interés por el aprendizaje.
  4. Vuelven a releer los libros favoritos: en un mundo que está cambiando continuamente y que “persigue” –por decirlo de algún modo– todo lo nuevo, volver a releer los viejos libros preferidos, podría aparecer ante los ojos de los demás como  “individuos que están fuera de lugar”. Sin embargo, si usted es uno de esos individuos que gusta de releer sus libros favoritos, ésta es otra gran señal de inteligencia superior, ya que cada vez que una persona vuelve a releer un libro, dicha persona descubre nuevas capas, nuevas perspectivas y otro tipo de comprensión de carácter más profundo. Otros sujetos podrían pensar que la “persona se ha quedado pegada en el pasado”, sin embargo, aquella persona que relee un libro sabe que cada lectura ofrece una nueva y diferente experiencia –dependiendo de la etapa de la vida que vive el sujeto–, por lo tanto, no se trata de quedarse pegado en el pasado, sino que redescubrir y aprender de aquello que es familiar.
  5. Siempre lleva un libro consigo: si usted es de esas personas que siempre lleva un libro a donde quiera que vaya –en el bus, en el metro, mientras espera en el dentista, etc.–, esto podría sugerir una gran inteligencia y un elevado nivel de curiosidad intelectual. Claramente, la persona no está tratando de “evadir la realidad” –como podrían pensar algunos–, sino que está optando por convertir momentos inactivos y de espera, en oportunidades de aprendizaje y exploración.
  6. No existe temor ante la lectura de libros desafiantes: no todos los libros son fáciles de leer, ya que algunos de ellos son complejos, densos y exigen un elevado nivel de concentración. En este sentido, la persona no rehúye lecturas desafiantes y acepta este tipo de desafíos, ya que comprende que es a través de este tipo de lecturas difíciles la forma de crecer intelectualmente. No hay temor de luchar con teorías complicadas ni de pasar horas intentando comprender un concepto difícil. Tampoco se trata de presumir, sino que de superar los propios límites e ir aprendiendo constantemente.
  7. La persona lee por placer y no sólo por adquirir conocimiento: no se trata, exclusivamente, de aprender nuevos datos o de ampliar el vocabulario, sino que de experimentar nuevas sensaciones y emociones, comprender las experiencias humanas y ampliar la visión del mundo. Algunos sujetos podrían, incluso, pensar que leer “es una pérdida de tiempo”: ¿para qué leer, si no es para aprender alguna cosa práctica? Lo cierto, es que estas personas no son capaces de comprender el gusto y el valor intangible que se obtiene al leer por placer. En rigor –y de acuerdo con diversos estudios– el hecho de leer por placer fomenta la creatividad, la imaginación, la capacidad de comprensión lectora y la inteligencia emocional.

De acuerdo con Ava Sinclair –y con otros entendidos en la materia–, éstas serían algunas de las señales o marcadores más profundos de la presencia de un alto nivel de capacidad intelectual.

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