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A sus 94 años la viuda del dictador Augusto Pinochet, Lucía Hiriart sigue dando que hablar. Ya los tiempos donde la noticia eran sus vestidos Chanel, sus sombreros europeos, sus frases conservadoras y su fuerte personalidad, hoy la preocupación es su estado de salud y su millonaria pensión.
Un nuevo capítulo a esta larga historia de vida de Doña Lucía, se sumó la información que padece de demencia senil y depresión, según publica The Clinic, basado en un informe médico. La ex primera dama y soberana de todas las damas voluntarias de colores y jefaza de Cema, se encuentra internada en el Hospital Militar desde mayo pasado con el diagnóstico de neumonía.
El periodista argentino Juan Gasparini en su libro “Mujeres de dictadores” (2002) la califica como una mujer «despiadada, ambiciosa y orgullosa de los crímenes cometidos».
“¡Poca cosa!, ¡Milico! ¡Nunca vamos a salir de este hoyo!”, le gritaba a Augusto Pinochet mientras estaba destinado en un regimiento en Antofagasta, relata en su libro “Doña Lucía”, la periodista y escritora, Alejandra Matus.
Otro episodio que muestra el lado “B” de la ex primera dama, es su comentario en el caso “Quemados”, donde en julio de 1986 militares prendieron fuego a Rodrigo Rojas y Carmen Gloria Quintana. De este crimen, que sobrevivió Carmen Gloria, doña Lucía comentó: “Para qué se queja tanto esta niña, si se quemó tan poco”.
Pero doña Lucía le daba combos a todos los lados. En 1982, con motivo de una crisis económica, le pegó un pencazo a la clase alta de Chile lindo: “En la época de bonanza, cuando pasearon, gozaron bastante, compraron joyas, lindas casas… y ahora lloran… Ésa es la gente linda, que de linda no tiene nada. Que lloren. Se lo merecen”.
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